
De los coches eléctricos que se venden en la actualidad, la mayoría de ellos cuentan con un sistema de 400 voltios. Tan solo algunos modelos de Audi, Porsche, Hyundai y KIA cuentan con tecnología de 800 V. Que tiene varias ventajas, aunque la principal es que los coches eléctricos sean mucho más eficientes y alcancen una mayor autonomía, además de optimizar la carga de la batería. ¿El problema? Que está previsto que para 2025 se queden obsoletos una buena parte de los coches eléctricos actuales.
Los fabricantes de coches eléctricos que ya están construyendo vehículos con una arquitectura de 800 voltios utilizan tecnología de terceros, a excepción de Lucid Air, que tiene una arquitectura de 900 voltios propia y patentada. La clave en la arquitectura de 800 voltios, como comentábamos, está en que permite ofrecer una mayor velocidad de carga, tiempos de carga más bajos y, en general, un mayor nivel de eficiencia. Algo que, como decíamos, se traduce también en más autonomía. Y es que, entre otras cosas, permite el uso de cables más delgados en el vehículo; eso significa menor peso, mayor espacio disponible y costes más bajos.
Noticia de testcoches

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