
La reforma de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, que establece sanciones a la morosidad en el transporte por mercancías por carretera y obligaciones más restrictivas para los servicios de VTC (vehículos de turismo con conductor), como Uber o Cabify, ha completado este jueves su tramitación parlamentaria y queda lista para su entrada en vigor a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La norma fue aprobada por el Congreso el pasado mes de junio con votos del PSOE, Unidas Podemos, Esquerra Republicana, Ciudadanos, el PNV, EH-Bildu, y el PDeCAT, mientras que el PP y Vox se abstuvieron. En el Senado, la Cámara Alta introdujo una única enmienda, que el Congreso ha refrendado este jueves.
La nueva ley aúna dos proyectos de ley, uno con sanciones a la morosidad en el sector del camión, y otro para completar el régimen de infracciones de las VTC, aprobados en diferentes fases por el Gobierno de coalición y que modificaban puntualmente esta norma.
SE ENDURECE LA REGULACIÓN A LAS VTC
La ley incorpora también cambios en la regulación de las autorizaciones de VTC (vehículos de turismo con conductor), como Uber o Cabify, que abundan en las infracciones relativas a la precontratación, definiendo como infracción muy grave la búsqueda de clientes que no hayan precontratado el servicio y endureciendo la posible revocación de licencia, en línea de las reivindicaciones del sector del taxi
Concretamente, los cambios introducidos relativos a las VTC contemplan que la imposición de tres sanciones en un período de dos años a partir de la imposición de la primera de ellas pueda dar lugar a la revocación de una licencia. Inicialmente, el proyecto aprobado por el Gobierno pasaba por la retirada de la misma si se imponían cinco sanciones en un año.
BUSCAR O RECOGER SIN PRECONTRATACIÓN SERÁ INFRACCIÓN MUY GRAVE
Además, se va más lejos en lo previsto por el Gobierno en materia de infracciones. Según la nueva ley, será infracción muy grave que un servicio VTC conduzca para buscar, recoger o propiciar la captación de clientes que no hayan contratado ni solicitado previamente en un tiempo previsto el servicio.
También se concreta como infracción muy grave iniciar un servicio y recoger clientes sin que los clientes hayan efectuado la precontratación del servicio, entendiendo para esta un intervalo de tiempo mínimo entre la contratación o la designación del vehículo y la prestación del servicio.
Asimismo, la reforma tipifica como infracción muy grave la salida de vehículos VTC del lugar en que habitualmente se encuentren guardados o estacionados sin llevar a bordo la documentación exigible y la hoja de ruta del servicio, al igual que no facilitarlo a los servicios de inspección. Todas estas infracciones, en caso de arrastrar previamente una sanción, acarrearán una multa de entre 2.001 a 6.000 euros.
CAMBIOS SOBRE LAS POSIBILIDADES DE LAS CCAA PARA REGULAR
También modifica la habilitación a las comunidades autónomas competentes en la regulación de VTC, contenida en el decreto ley aprobado por el primer Gobierno de Pedro Sánchez en septiembre de 2018. Así, se concreta la definición de precontratación a regular por las comunidades, entendida «como el establecimiento de un intervalo de tiempo mínimo entre la contratación o la designación del vehículo y la prestación del servicio».
Así se elimina también la mención a «captación de clientes» dentro de las posibilidades regulatorias de las comunidades, pero sí contempla la regulación de «medidas destinadas a minimizar los recorridos en vacío».
Fuente el periódico de la energía . com
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